La misa con el cuerpo presente se realizará el martes 11 de junio de 2024 a las 18 hs en la Iglesia Polaca de Buenos Aires (Mansilla 3847, CABA).
Stosław Kowalski había nacido el 21 de julio de 1922 y sus años de joven fueron apacibles hasta que, en el año 1941, los rusos llamaron a la puerta por la noche y comenzó su duro y penoso viaje hacia los campos de trabajo en el Krai de Altai, en un koljoz penal. Tenía que trabajar incansablemente día y noche para poder mantener a su madre y a su hermana. Finalmente pudieron unirse al ejército polaco y él sirvió en la 5.ª División de Infantería de Kresy (Kresowa), que pertenecía al 2.º Cuerpo Polaco al mando del general Anders. Una vez en Italia fue asignado como oficial de reconocimiento un mes y medio antes de la batalla de Montecassino y vivió todos los momentos que se sucedieron en la terrible ofensiva que duró ocho días infernales. Una bala se le clavó en una pierna, pero no le impidió continuar con su misión. El 18 de mayo la victoria era de los polacos. Y así lo recordó Stosław: “Estábamos tan cansados, tan cansados. Los soldados yacían sobre las ruinas, sin fuerzas, y dormían sobre las piedras por el cansancio. Hubo alegría por haber ganado, porque la captura de Montecassino abrió el camino para el ejército hacia Roma. Pero físicamente no pudimos disfrutarlo. Murieron tantos polacos que fue terrible. Sin embargo, conquistar Montecassino fue una gran hazaña”.
Un año más tarde terminó la guerra y como tantos otros, comenzó una nueva vida en la Argentina. Conoció a Jolanta en el Dom Polski, se casaron y tuvieron dos hijos, Jorge e Irene. Dedicó toda su vida a trabajar y honrar la memoria de sus camaradas, recibió ascensos, condecoraciones y medallas que se fueron sucediendo hasta el 80 aniversario de esa gran lucha por la libertad. Soñaba con estar nuevamente en Montecassino este año y allí estuvo con otros camaradas y con la hija del general Anders. Fue feliz.
Hace unos años nos decía que “luchando y muriendo en Montecassino, nos dedicábamos incondicionalmente a Polonia. Estoy orgulloso de ello, pero también feliz de vivir y poder ir allí, porque me doy cuenta de que a mi edad ya no es fácil. Luchamos para que Polonia fuera libre. Ganamos, pero al final perdimos. No pudimos regresar a nuestra patria.”
Stosław era miembro de nuestra Comisión Directiva, socio honorario y a los 101 años participaba en todos los eventos posibles. Tenía un compromiso inquebrantable que nosotros cuidábamos y respetábamos, incluso cuando lo tentábamos llevándole sus adorados pączki. Nos enseñó el valor del trabajo, el respeto y el amor a las cosas simples. Lo vamos a extrañar. Y vamos a continuar el camino que marcó la última distinción que recibió, al cumplir los 100 años, la Medalla de Oro "Por los aportes a la defensa de la patria", que es un reconocimiento a quienes que, a través de su trabajo o actividad, contribuyeron al desarrollo y fortalecimiento de la defensa de Polonia.
Nuestro compromiso como Asociación de Excombatientes Polacos en la Argentina es continuar su tarea, cuidar la memoria de los veteranos y difundir la historia de sus vidas. Un soldado solo muere cuando es olvidado y nosotros haremos los mayores esfuerzos para que en el futuro se los siga recordando y honrando.
Claudia Stefanetti Kojrowicz
Secretaria
Fotografía: Sol Janik y Embajada de Polonia en Buenos Aires