Batalla de Wizna, las Termópilas Polacas

 “Extranjero dile a la Patria que luchamos hasta el final, cumpliendo con nuestro deber”. Leyenda ubicada en los restos del bunker del Capitán Raginis

Detendremos a los alemanes o nos quedaremos aquí por siempre”.

Juramento del Capitán Władysław Raginis y del Teniente Stanilslaw Brykalski, al comenzar la batalla de Wizna. Ambos cumplieron su palabra.

Antes de comenzar la invasión alemana a Polonia, la zona del poblado de Wizna fue preparada para ser una importante línea de defensa. El objetivo de esta fortificación era proteger a las posiciones que se encontraban más al sur, el cruce de los ríos Narew y Biebrza  y los caminos Łomża - Białystok y  Zambrów – Osowiec, para facilitar la reagrupación de las fuerzas de defensa polacas. 
Aproximadamente en abril de 1939, se habían elegido posiciones en las colinas de la zona, aprovechando para la defensa los pantanos que formaba el río Narew. Esta línea defensiva de aproximadamente 9 kilómetros, se extendía desde los pueblos Giełczyn y Kołodzieje por la colina Strękową hasta el poblado Maliszewo. Allí donde fueron construidos 6 importantes búnkeres de hormigón armado y cúpulas de acero, además de una serie de pequeñas posiciones de ametralladoras pesadas. Otros refugios se encontraban en construcción cuando estalló la guerra y no fueron totalmente finalizados. Los mismos fueron diseñados por Miguel Szymonowic. Asimismo, se construyeron líneas de defensa antitanque con rieles de ferrocarril, reforzadas con zonas de alambres de púas y otros obstáculos para detener a la infantería. Dentro de los planes de defensa también se contemplaba la voladura del dique del río Narew, pero debido a la gran sequía que azotó al país ese año, este plan no sirvió.

Cada búnker contaba con paredes de hormigón armado de hasta 1,5 metros de espesor y cúpulas de 20 cm de acero, podían soportar un impacto directo de cualquiera de las armas pesadas, de las que disponía el Wehrmacht en ese momento, pero los búnkeres no estaban finalizados (a algunos les faltaba su correspondiente cúpula de acero en los techos) y no contaban por ejemplo con la ventilación adecuada. 
Para dirigir esta fortificación fue designado el Capitán Władysław Raginis del KOP y al frente de la escasa artillería, (4 cañones de 76,2 mm), el Teniente Stanislaw Brykalski, quienes juraron detener a los alemanes o quedarse en ese lugar para siempre. Ambos cumplieron su palabra. El teniente Brykalski falleció el día 9 a septiembre alcanzado por los proyectiles alemanes y el Capitán Raginis (gravemente herido), se supone que se quitó la vida con una granada, el día 10 de septiembre. Luego de agotada la totalidad de sus reservas de municiones, dispuso la rendición de sus soldados, (se supone que recibió una amenaza del General Gauderian, de que si no rendía a sus hombres estos no tendrían la oportunidad de ser tratados como prisioneros de guerra, sino que serían fusilados). Los hombres que depusieron sus armas (unos 40 sobre una dotación de 720), fueron salvajemente golpeados antes de ser tomados prisioneros. Otros aproximadamente 40 lograron escapar y retirarse a las posiciones polacas. El resto aproximadamente unos 640 perdieron la vida en la defensa de Wizna.
Para la defensa, el Capitán Raginis contaba con:
La 8° Compañía de Tiradores del 135° Regimiento de Infantería; un Pelotón de Ametralladoras Pesadas; la 3° Compañía de Ametralladoras pesadas del Batallón 136°; una Compañía de Reservistas Zapadores; un Pelotón de Artillería de Infantería; un Pelotón de Exploradores Caballería y una Batería de artillería.

Para el ataque el General  Gauderian tenía a su disposición:

La 3° División Panzer del General Von Shweppenburg, la 20° División Motorizada del General Wiktorian; la 10° División Panzaer del General Schaal y la Brigada "Lótzen”, la Luftwaffe
La relación de fuerzas fue de 60 a 1.
El 7 de septiembre, la 10ª División Panzer bajo las ordenes del general Nikolaus Von Falkenhorst capturó el pueblo de Wizna. Las tropas de reconocimiento polacas se retiraron del pueblo, tras una breve lucha, hacia la ribera meridional del Narew. Cuando los tanques alemanes se disponían a cruzar el puente este fue volado por zapadores polacos, cayendo uno de estos tanques al río. De noche las patrullas alemanas atravesaron el mismo y se dirigieron hacia Gyelczyn, pero fueron rechazados con numerosas bajas.


El 8 de septiembre el general Heinz Guderian al mando del XIX Cuerpo Panzer, recibió la orden de avanzar por Wizna hacia Brzésc. Los aviones alemanes arrojaron panfletos pidiendo a los polacos que se rindieran, ya que cualquier tipo de resistencia era inútil y que gran parte de Polonia ya estaba en manos alemanas. Al poco tiempo comenzó el ataque de la artillería y de la aviación alemanas. Después de unos preparativos, los alemanes atacaron el flanco norte de las fuerzas polacas. Dos pelotones de defensa de varios Bunkers situados al norte del Narew fueron atacados por tres lados, los alemanes utilizaron tanques e infantería.  Inicialmente las pérdidas entre la infantería alemana eran elevadas, pero después de un intenso fuego de artillería, los polacos recibieron la orden de quemar el puente de madera sobre Narew y retirarse a Białystok. Los restos de las fuerzas polacas rompieron el cerco que habían conseguido crear los alemanes y llegaron a Bialystok, donde se unieron a las fuerzas del general Francisco Kleeberg.
Al mismo tiempo, el ataque a la parte meridional de las fortificaciones polacas se vio anclado a un punto muerto. En los búnkeres los polacos carecían de suficiente munición antitanque, pero gracias al fuego de sus ametralladoras pesadas eran capaces de impedir el avance de la infantería alemana. Sin embargo, llegada la noche la infantería polaca tuvo que, de abandonar las trincheras y las fortificaciones de campo para buscar refugio en los búnkeres, así los tanques alemanes ya tenían libre el paso para avanzar hacia Tykocin y Zambrów. Pero la infantería alemana se vio detenida en las zonas pantanosas debido al intenso fuego de las fortalezas  polacas.
Raginis estaba al tanto que a unos 30km de su posición había fuerzas polacas, pero sabia que no podía esperar refuerzos. El 8 de septiembre Mariscal Edward Śmigły-Rydz ordenó al 135° Regimiento de Infantería que debían retirarse a Varsovia. Cuando la orden fue revocada y la unidad regresó a Osowiec, ya era demasiado tarde para ayudar a los polacos aislados en Wizna.

La dura lucha por cada uno de los  búnkeres aislados continuó. Varios ataques fueron rechazados durante la noche y en la mañana del 10 de septiembre aproximadamente a las 12:00 hs los zapadores alemanes con la ayuda de tanques y artillería consiguieron destruir finalmente todos menos 2 búnkeres polacos. Ambos se encontraban en el centro de Góra Strękowa y continuaron con la defensa a pesar de que gran parte de los hombres que se encontraban dentro estaban heridos o incapacitados y la mayoría de las ametralladoras habían sido destruidas en los ataques. Ante la presunta amenaza de fusilar a los polacos si no se rinden inmediatamente, el Capitán Raginis ordena la rendición y se supone que se quita la vida con una granada. Los soldados que se rinden son ferozmente golpeados. De los 740 defensores de Wizna, 40 logran huir hacia las posiciones polacas, otros 40 son tomados prisioneros y el resto muere en combate.
Luego de la rendición polaca los cuerpos de Raginis y de Brykalski, fueron quemados por los alemanes y enterrados fuera del bunker el día 13 de septiembre. Durante la era comunista los cuerpos fueron exhumados y enterrados en un lugar desconocido, para evitar que sus tumbas, se constituyan en un lugar de peregrinación, sin embargo, el 13 de mayo de 1970 el Capitán Raginis fue condecorado post mortem con la mayor distinción que otorga la Nación Polaca la Cruz de Virtuti Militari.
En septiembre de 2011 la Asociación Wizna 1939, logra encontrar los restos del Capitán Raginis y del Teniente Brykalski, se cotejaron sus ADN para certificar sus identidades. El 10 de septiembre de 2011 fuero enterrados con honores militares en la colina Strekowa.
Después de 72 años finalmente estos oficiales podrán descansar en paz.


Notas:


Capitán Władysław Raginis

Nació 27 de junio 1908 en la ciudad letona de Daugavpils.
Wladyslaw Raginis se graduó en la Escuela de Infantería. El 15 de julio 1930 se desempeñó en el 76° Regimiento de Infantería de Grodno, donde fue jefe de pelotón. Luego fue asignado a una Compañía de Ametralladoras Pesadas, y más tarde por su excelente servicio fue ascendido a Capitán y destinado al K.O.P. (Korpus Ochrony Pogranicza Cuerpo de Defensa de Fronteras, el equivalente a la Gendarmería Argentina), que en esa época era considerado un cuerpo de elite.
En 1939 fue asignado como comandante de la línea de defensa Wizna.
Falleció el 10 de septiembre de dicho año en su puesto de comando en la colina Strękowa.

Teniente Stanislaw Brykalski
Nació el 06 de abril 1912, en Słomniki en las cercanías Cracovia, hijo de Juan y Mariana Brykalski. Al finalizar sus estudios secundarios entra en la Escuela de Oficiales de Reserva. En 1938 es ascendido a Teniente y asignado al 71° Regimiento de Infantería.
En la 18° División de Infantería sirvió como Jefe de una batería. 
Fue el Segundo Comandante de la Defensa de Wizna y falleció en cumplimiento del deber el día 9 de septiembre de1939.

General Heinz Wilhelm Guderian 
Nación en Kulm, entonces Prusia Occidental, actualmente Chelmno, Polonia, el 17 de junio de 1888, fue Jefe del Estado Mayor General del Ejército y considerado uno de los fundadores del concepto de Blitzkrieg y de la mecanización del arma de caballería blindada de la Wehrmacht en el periodo previo a la Segunda Guerra Mundial.
En la Primera Guerra Mundial sirvió como oficial de señales en la retaguardia. En este puesto pudo observar en forma global las condiciones de un campo de batalla, a menudo se mostró en desacuerdo con las estrategias tácticas de sus superiores por lo que fue transferido al cuerpo de inteligencia del ejército donde se especializó en comunicaciones.
Su trabajo fue fundamental en el desarrollo de los carros blindados entre las dos guerras mundiales en especial del desarrollo del Panzer Pz II, III, el Panzer IV y el tanque Panther. Fue uno de los artífices de la optimización de las intercomunicaciones radiales del arma blindada. Dirigió las tropas alemanas durante la batalla de Wizna donde al parecer amenazó con fusilar a los prisioneros polacos en caso de que estos no se rindieran. Durante la invasión a Rusia fue conocido como uno de los generales más eficaces y proactivos del frente Este y era apodado como (Schnelle Heinz) el «Rápido Heinz».
El pensamiento político de Guderian respecto del nazismo fue más bien ambivalente, no obstante, para él bajo su formación prusiana, Hitler representaba la elección del pueblo alemán y por tanto era su caudillo natural, al cual le debía obediencia y lealtad, y lo demostró en muchas ocasiones. Durante los juicios de Núremberg fue declarado inocente de los crímenes de guerra cometidos por el régimen nazi, al considerarse que su comportamiento fue estrictamente, el de un soldado profesional, y fue liberado en 1948.   Falleció el14 de mayo de 1954  en Schwangau, cerca de Füssen, en Baviera.

 Andrés Chowanczak
Vicepresidente de la Unión de los Polacos en la República Argentina

 




<< Volver

Dirección

Borges 2076

CABA, Argentina

Contacto

Tel: +54 11 4774-7621