La amenaza más grave para la paz en Europa fue la Alemania gobernada por los nazis que implementó la construcción del Tercer Reich " de los mil años". Contrariamente a las esperanzas de muchos países europeos, el Anschluss de Austria y la ocupación de los Sudetes checoslovacos en 1938 no agotaron el plan de expansión alemán. En marzo de 1939, las tropas alemanas entraron en Checoslovaquia. Hitler hizo demandas posteriores a Polonia: exigió el consentimiento para la anexión de la Ciudad Libre de Gdansk y la construcción de una conexión extraterritorial entre el territorio de Alemania y Prusia Oriental a través de Pomerania polaca, es decir, "corredor polaco".